Además, también es una de las áreas que más se ve afectada ante cualquier problema de la vida diaria. Problemas psicológicos, emocionales o físicos van a alterar nuestra sexualidad. Ésto no sólo va a afectar a la persona, sino también a la pareja.
Hablar de un problema sexual puede ser difícil. Las personas tienden a sentirse avergonzadas ante esta parte de su vida, culpables, frustradas y ansiosas. Por suerte, la terapia sexual puede ayudar ante este tipo de situaciones, el sufrimiento que causan y conseguir una solución.