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Dada la nueva situación sanitaria generada, nos estamos viendo obligados a tomar medidas de restricción y nos piden mantenernos en casa.

A priori, parece fácil y sencillo. Sólo hay que quedarse en casa. Y sin embargo no paramos de escuchar: “¿En casa? ¡Qué agobio!”

¿Qué podemos hacer durante tanto tiempo?

Debemos recordar que quedarse en casa está muy bien, siempre y cuando sea una elección nuestra. Cuando, de forma repentina, se está en la “obligación” de hacerlo, pueden surgir otras emociones como el miedo, el agobio o la ansiedad. 

Es normal tener miedo en estos momentos. Parece que la situación nos desborda y no sabemos por cuánto tiempo. No podemos controlar nada sobre estas medidas. Podemos tener miedo por nosotros/as y/o nuestras familias. Algunos/as (entre los que me incluyo) tenemos a nuestra familia lejos, y es normal estar preocupados.

Vamos a intentar mantener la calma. Es importante identificar nuestros pensamientos y emociones. Normalicemos nuestra ansiedad, miedo y agobio como las emociones que son.

Para evitar que este período de cuarentena se convierta en un castigo, aprovechemos para hacer todo aquello que teníamos pendiente y que no hemos tenido tiempo para comenzar o continuar. Si recordamos un antiguo post, hablábamos de todos los propósitos de año nuevo que no cumplimos. ¡Ahora es un momento estupendo! Aprovechemos para leer, escuchar música, ver series o películas, coser, dibujar, hacer puzzles, aprender nuevos idiomas, realizar algún curso online… o también podemos recargar las pilas. Dormir hasta la hora que queramos, cocinar saludable, darnos baños largos con música y velas, meditar, reconectar con nosotros mismos. 

Es importante organizar todas las actividades que queremos hacer y cómo podemos llevarlas a cabo. Algunas necesitarán de ciertas modificaciones. Por ejemplo, es necesario mantenernos activos físicamente. Pero no podemos hacer uso de los gimnasios. Podemos hacer ejercicio en casa. Recordemos que internet es una opción maravillosa para buscar rutinas de ejercicios, clases diferentes y técnicas que se pueden realizar en espacios cerrados.

Cierto es que, en determinados momentos, vamos a necesitar conexión social. Claro que sí, somos seres sociales, necesitamos a los demás. Recordemos que determinadas plataformas permiten hacer videollamadas. Podemos tomarnos un café con quien queramos y ¡cada uno en su casa! Mantengámonos conectados con nuestros seres queridos. Ésto nos dará una sensación de conexión y plenitud al notar que no estamos solos/as.

Si hay niños en casa, vamos a explicarles la situación de forma que puedan entenderla. Ya hay vídeos y cuentos acerca del coronavirus. Mantenerlos desinformados sólo hace que su agobio y miedo crezcan al no entender qué sucede. Es importante mantenerlos entretenidos. Podemos aprovechar para hacer con ellos/as todo lo que no hacemos porque nos falta el tiempo. Dibujar, cantar, aprender bailes, juegos de mesa, juegos en familia…

Por último, como comunidad se están teniendo iniciativas maravillosas. Diferentes artistas harán conciertos en directo que podemos seguir de forma online. Libros, cómics y revistas se están poniendo a disposición del público de forma gratuita. Teatro online, videojuegos, compañías de series que se ofertan de forma gratuita durante el tiempo que dure el encierro, juegos de mesa que podemos descargar… Sin olvidar los museos que ofrecen un contenido audiovisual y explicativo de sus obras.

A todos/as nos toca aportar nuestro granito de arena ante esta situación tan complicada. Y los psicólogos/as no íbamos a ser menos. Si se os dificulta, os desborda el miedo o la ansiedad, recordad que se pueden realizar sesiones online. La terapia online (aunque despierta alguna suspicacia) ha probado su eficacia tanto como la terapia presencial, y es una alternativa que vamos a seguir utilizando. Lo único que hay que hacer es informar a  quienes viven con nosotros de que es la hora de la terapia para que nos den un poco de privacidad y respeten nuestra intimidad, conectarnos a la plataforma que use nuestro terapeuta y esperar la llamada.

Tranquilidad, organización y responsabilidad serán las claves para mantenernos seguros.

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